Biografía
“Según mi adorable madre, en los Copello se incluían desde locos a santos, emparentados con el cardenal Copello de Buenos Aires y con el creador del telégrafo sin cables, Guillermo Marconi.”
“Mi abuelo materno era doctor, Caballero David Norero, del rey de Italia y su esposa Colomba Monteverde, quienes tuvieron cuatro hijos, Assuero, Darío, Luisa y Blanca.
“Mi padre Francesco Copello tenía un carácter fuerte y aventurero.”
“Llamado "Checco" era rubio de hermosos ojos azules, había abandonado muy pronto el hogar para salir a recorrer el mundo. Rebelándose a la tiranía de sus hermanos mayores, al cumplir los quince años se embarcó rumbo a Sudamérica. Llegó a Chile para el primer Centenario de la Independencia en 1910, aunque su meta era la Ciudad de Tacna, donde lo esperaba un trabajo en un emporio, dirigido por genoveses, los Canepa. Sus historias estaban salpicadas de interminables anécdotas contando sus viajes como vendedor en el altiplano peruano boliviano. AI cabo de tres años de noviciado en la casa mayorista y sintiéndose explotado par sus compatriotas decidió partir de voluntario a combatir en la Primera Guerra Mundial; en ltalia alcanzó a recibir instrucción militar antes de ser enviado al frente destinado a pelear en las trincheras. AI cabo de dos años de duro combate, la explosión de una granada lo encegueció temporalmente, cayó prisionero del Ejército Austro Húngaro y confinado en un campo de labores forzadas en la llanura Moldava, lugar en que permanecería hasta 1918.”
“En las playas del Lido de Chiavari, Checco conoció a las hermanas Norero, Luisa y Blanca. Mi padre contaba que Luisa se maquillaba incluso antes de meterse al mar. Termina enamorándose Luisa del americano apuesto y rico. AI cabo de un noviazgo breve, en el cual Checco fue detenidamente examinado par la familia Norero de San Colombano, se casaron en la iglesia dedicada a San Rocco. Durante la luna de miel en Nápoles comenzaron las desavenencias y al poco tiempo llegaron terribles nuevas con la depresión de 1929, a raíz de la cual mi padre pierde la mayor parte de su fortuna al quebrar la sociedad de remolcadores del puerto de Génova, donde había invertido sus capitales. Estos reveses financieros deprimieron a mi madre empujándolo a emigrar nuevamente, esta vez a Chile, a Valparaíso, donde vivían dos hermanos de Luisa, Assuero y Darío, quienes habían sido enviados a Sudamérica para evadir el conflicto bélico 1914 – 1918.”
“Mi suerte fue mi madre sensible, ingenua y prodigiosa. Asfixiante de amor por sus hijos, astróloga de nuestros futuros, sacrificándolo todo en un drama clásico con tonos sombríos y finales amargos. Los médicos le advirtieron que se olvidase de concebir nuevamente tras la cesárea y fiebre de una infección que siguió a la intervención quirúrgica para extraer su primer hijo nacido muerto.
“Mi padre desarolla su industria de fideos "Bandera", situada en Mapocho abajo, en una calle sin asfalto, Molina Lavín, frente a la cual vivíamos en una casita con grandes cuartos y los servicios que le arrendaba a su socio, Antonio Canata. Mi madre pasados diez años, resignada a su destino, inesperadamente quedó embarazada. ¡Es un milagro!, exclamaban los médicos. De pronto yo aparecí, pataleando furioso hasta que tuvieron que sacarme prematuramente del vientre de mi madre.
Yo era el ángel que había sido la respuesta de sus ruegos.
¡Ningún amor se podía comparar con el que recibí de mi madre!”
CHILE (1938 – 1964)
1938
El 21 de Mayo nazco en Santiago de Chile, de padres lígures.
“Nací flaco, mi madre pensaba que era frágil y me ponía en engorda con manjares culinarios ligures, aceite de bacalao y caldos de posta. Yo crecía con energías y rabias, transformándome en porcelana china, con los cuidados y alborotos por "il bambino d'oro», que enriquecía todo lo que tocaba con sus manos finas.”
“Mi pequeño universo se desplomó con estrépito el día que pisé la Scuota ltaliana, donde mis padres me habían enviado a los cinco años. Mi primer día fue funesto… Sentía el rechazo de la clase y los insultos y los golpes me hicieron entender el motivo de mi "rareza". Se les ocurrió un sobrenombre, "Fifí", convirtiéndome en centro de atención de la Scuola. Logré que me cambiaran a otro colegio, los Maristas, a dos cuadras de mi nueva casa en Santo Domingo y Maturana. Uno de mis tantos castigos...
Eran duros españoles, educando a la indiada, bastardos y mestizos con bastones, la cruz y el garrote”.
1953
Mi primer viaje a Europa con mis padres y mi hermana.
Este largo recorrido por diversos países será determinante para mi futuro.
“A los catorce años a mi madre se le ocurrió que yo necesitaba un viaje a Italia, ¡qué duros y eternos ocho meses! Fueron los días más felices después de tantos rechazos de los matalocas que abundan en Santiago. Me había conquistado un montón de gente amiga y allí a nadie se le ocurrió que era yo raro y diferente.”
“En cambio en Chile, yo llevaba una herida en el pecho; me habían tocado para siempre, me castigaron duramente, pero había aprendido a evadir la realidad con la mente. Me habían prohibido ser "normal”. Improvisaba con la danza, a medida que bailaba, se produjo en mí un Eros Intuitivo, que tenía almacenado cantidades de ritmos en el cuerpo. Mi cuerpo de un colegial loco en las fiestas del barrio con ritmos tropicales, mambo y cha cha cha, ardientes tangos y con el nuevo rock se reventaban las pistas con un torpedo yanqui Eight around the clock.
1959
Después de haber terminado los estudios entro a trabajar en la industria de mi padre.
“Tras la adolescencia y desesperado como oficinista, un tigre enjaulado, con sentimientos de culpa hacia mi padre por mis interminables atrasos, mis ojos pintados de la fiesta de anoche. Yo era el chiche en una anodina vitrina, ante un público de operados a sueldo, pagados por mi padre y su socio.
“Para evadir mi entrada a la industria fui aceptado en la Universidad Católica, en Leyes. Con mi compañera María Luisa Geisse nos unía el baile, la Economía de Samuelson y el Derecho Romano. Tenía demasiadas energías en mi cuerpo como para quedarme sentado como un invitado.”
“A largo plazo, mi deslealtad nos separó; la Divina igualmente aparece en el aeropuerto de Los Cerrillos, el día de mi partida a Italia, cuando me fui a estudiar Arte a Florencia, dejando abandonadas a su suerte a un par de pololas, rompiendo con mi destino de fabricante de fideos marca “Bandera".
1960 - hasta la primera mitad de 1962
Trabajo en “Bandera”. De este período son mis primeras performances de travestismo: Junto a dos compañeros de escuela formo un trío y presentamos diversos espectáculos de cabaret en Santiago y Valparaíso; es una época de conflicto entre mi ‘diversidad’ y un trabajo que odio. Comienzo a dibujar en el tiempo libre y en las largas jornadas de tabajo. De estas experiencias más tarde escribiré una obra de teatro: “La Muñeca”.
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