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Reseña y GaleríaVideo

Performance

Pieza para locos, 1973

Tableaux vivant, transposición del cuadro de Goya titulado "Manicomio", donde nueve personajes están recluidos en un asilo de insanos.
Libre vuelo hacia el inconsciente en una relación de protesta frente a una sociedad represiva y mórbida. Actores, mimos y bailarines como Cristián Milchelson, Graciela Figueroa y Vicky Larraín fueron los principales participantes.
En agosto de 1973, Luis Poirot fotografió un ensayo de la transposición en la Escuela de Bellas Artes. Los actores al cabo de una pose congelada del cuadro desarrollaban un performance, en que cada cual expresaba libremente su condición.
Debió haber sido el primer performance presentado en el Museo de Bellas Artes, el 12 y 13 de septiembre de 1973.

 

Antecedentes:


“ALIVIOL: -Has cambiado nuevamente de oficio?
ESTRELLITA: -Agrandé la empresa, ahora compongo "Piezas para Locos", en tres formatos, locura estática, galopante y sin remisión. Son una mezcla de medicina china, yoga, yierbas y ayunos. En un trance terminal, está siempre cambiando con el sol y con la luna.
Mis aspiraciones como terrateniente son un vano intento de controlar mis evanescentes bienes ante la avidez de mi cuñado, transformado en un enigma kafkiano, mi ocho por ciento es una inversión ambigua y poco transparente. Vuelo a Santiago después el lamentable episodio de la "otitis" contraída en las aguas poco limpias del estanque que usaba como piscina olímpica. Al comienzo vivo en sospechosos hoteles escribiendo cuadernos que se pierden en el tiempo o caen bajo las garras de Carlos Leppe. En ellos relato día a día lo que me va ocurriendo, aquello que sucede en las calles, las colas y las protestas, incluso escribo sobre mis fantasías, persiguiendo el "arte vivo". Creando en mi mente una irreverente PIEZA PARA LOCOS, que asocia artistas y técnicas diversas, rompe con las reglas de la censura, ¡es un híbrido! Me interesa registrar la memoria de un momento tan intenso e irrepetible en la historia patria, la revolución socialista. La memoria de ese instante en la calle, deteniendo el Impala, para sacar una foto-memoria en un viaje de observación, lleno de sorpresas.
¿Vuelvo a vivir una utopía? Este ejemplo trasnochado de idealismo de 1968, hoy se encontraba en un callejón sin salida: bloqueo económico, intervención de la CIA y de oposición interna. La revolución pacífica se convirtió en ardua lucha política caótica y devastadora, terminando en una tragedia.
Aquí nos habíamos congregado en medio de un avalancha de pasiones, un grupo de jóvenes valores del arte nacional, dispuestos a crear una obra de "arte vivo", que reflejara a través de la transposición de un célebre cuadro de Goya, "Manicomio", ese momento dramático que estábamos viviendo por un intento sin resultados. Aquí nos encontramos: Cristián Michelson, Fernando Torm, Vicky Larraín, René Mancilla, Graciela Figueroa, Hugo Rodas, María Celia, Sara Luna y Pía Barros, en Santiago. Fracasamos en demostrar las diferencias entre ser, convertirse, soñar, hacer y actuar, en un contexto sociopolítico explosivo.
Les pedía a mis colegas artistas congelar un fragmento de tiempo, trasponiendo una obra maestra de la historia del arte, el Manicomio goyesco, en un performance de artista. El "arte vivo", es un fenómeno particular y efímero, explico a Nemesio Antúnez, director del Museo Nacional de Bellas Artes, cuando le propongo mi proyecto titulado PIEZA PARA LOCOS.
-¿Qué sería? -me pregunta consternado -¿Una especie de Happening?
Considerando nuestra amistad, no puede negarme el espacio, aunque considera excesivo nuestro performance, en el momento surrealista que estamos viviendo en Chile, asignándonos una fecha fatídica para presentarla públicamente en un par de salas del Museo: el 12 de septiembre.
En teoría mi propuesta es una liberación a través de la demencia de una terrible realidad. Un libre vuelo hacia el inconsciente. Una reacción ‘sana’ de protesta frente a una sociedad morbosa y represiva, que treinta años más tarde sigue igualmente intolerante, llena de represalias y castigos contra la diversidad de las minorías étnicas y sexuales.
El "arte vivo", ofrece a los artistas la liberación de reflexionar sobre una disciplina en particular, de un modo diferente a la formulación tradicional impartida. Por ejemplo asistir a un concierto de John Cage, en que el pianista no tocará ningún instrumento musical o lo que ocurra durante una coreografía de Ivonne Rainer, en que los bailarines exclusivamente caminan y hablan. La provocación es una constante del performance de artista. Una forma explosiva y fugaz que usan algunos creadores para responder a cambios políticos o culturales.
El único registro visual de la PIEZA PARA LOCOS, mi "transposición" del cuadro goyesco, son las fotos de Luis Poirot, captadas durante un performance fotográfico que realizamos en la sala de pintura del profesor Rodolfo Opazo, en la Academia de Bellas Artes, en el Parque Forestal, en agosto. Los "dementes" de los Ultimos Días de la Unidad Popular, realizan actividades burlescas, ridículas o inesperadas, dejando fluir fantasías y resentimientos entre los nueve personajes: Cristián, es un lucífero demonio que enciende azulosas llamas ante él; se incendia el pelo de Isabel; mientras Sara Luna, la vidente, circula por el aislamiento social del Hospital Psiquiátrico, acompañada por dos asistentas embrujadas quienes transportan una bola de cristal virtual. Las antagonistas son dos bailarinas que improvisan en contrapunto, Vicky Larraín y Graciela Figueroa. Mientras Vicky mueve su cuerpo exuberante, Graciela sostiene una pose congelada. Los nueve locos en cautiverio protagonizan un naufragio patológico, se agitan en un "arte viva" en pleno desarrollo. Para no-dirigir a este grupo de artistas, me basé en los mismos principios usados por John Cage en música y por Merce Cunningham en danza: el azar. Uniendo lo psicológico con la percepción, el pensamiento a la acción y para mantenerlos en buena sintonía regalo amor, dinero y fantasía.
Por razones históricas, resulta una utópica intención presentar públicamente PIEZA PARA LOCOS, una rara ocasión malgastada por la ansiedad y el miedo de la provocación y el escándalo que invade la mente de Nemesio Antúnez, en el fondo un aristócrata conservador que sacrifica mi acto de demencia por el pavor a perder el cargo por culpa del escándalo de una "loca atrevida". Aborta mis intensos enfermizos por dar a luz nuestro performance, mi último canto gestual antes del inesperado y efectista gran finale. Mi quehacer vanguardista no podía estar más lejano de los Matta y Guayasamín, que promueve el Museo. A ellos los reverencian y exponen buscando desesperados una identidad cultural. Confirmando mi no-lugar del emigrante, el único posible para un hijo extranjero, reclamante de lugar.” (Fotografía de Performance pág.57-60)

 

Pieza de locos suspendida

 

“El aborto de la Pieza para Locos, a consecuencia del intervento militar, es el final de mis intentos de demostrar en Chile el Body-Art. Sin duda, el favorecido con mis desgracias es justamente Leppe, dejándole mi repertorio performístico: no sólo los disfraces, estandartes y coronas, sino también los senos inflables y las pestañas postizas, y un nuevo dogma. Un híbrido. Como un ángel volé por sobre mares y cielos buscando al elegido para entregarle mi más preciado tesoro, un arte nuevo, el performance de artista, a un pobre estudiante de Bellas Artes, mitómano y falso. Traía un considerable equipaje, mis experiencias en el Teatro de Visiones de Robert Wilson, mis estudios de danza con la coreógrafa Laura Dean y mi amistad con el rey del Pop, Andy Warhol. El día 11 de septiembre, debíamos realizar el ensayo general de la Pieza para Locos, en un par de salas del segundo piso del Museo Nacional de Bellas Artes. Mi chofer, Nano, ante la incongruencia de una situación inesperada -un golpete estado- había llegado particularmente temprano a mi departamento de Manquehue Norte, donde vivía desde hace algunos meses con mi madre. Ambos estamos desolados, significa el fin de mis sueños y a Nano quedarse sin mi locura creativa, y le pago generosamente sus prestaciones como hombre-orquesta. Ya en los últimos días se percibía una extraña calma, antes de la vorágine de acontecimientos que a continuación se sucederían a velocidad vertiginosa.” (Viaje del Angel, pág. )

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Francisco Copello 2009 © Todos los derechos reservados