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PerformanceEl Mimo y la Bandera, 1975Realizada para la Gallería Diagramma de Milán en Mayo de 1975. Tour italiano del Festival dell Unitá, Milán, Génova. Chiavari y La Spezia. Verano 1976. "Trágica pantomima alrededor de la bandera chilena manchada de sangre, en que velos, cuerpo y bandera dan el impulso a un acumularse de sentimientos y reflexiones sobre una condición humana desesperada. Antecedentes: “Luciano lnga-Pin, teórico italiano del body art, no es físicamente atractivo, usa gruesos lentes ópticos que lo confieran un aire de rota de biblioteca. Es característica su tacañería por los detalles técnicos y la selección de los artistas que realizan performance y exponen en su Galería Diagramma, situada en el antiguo barrio de Brera en el centro del Milán histórico. Mis interpretaciones de la actriz del neorrealismo Anna Magnani, conmovieron a Luciano, y decide darme a conocer en Italia, en el círculo de los entendidos de su galería, publicando mis foto registros en varias revistas de arte, y el crítico especializado Adriano Altamira escribió un ensayo sobre mis transformaciones. (…) Las preferencias de Luciano en el campo del body art van dirigidas a los accionistas vieneses de los años sesenta, como Hermann Nitsch, Günter Brus, Rudolph Shwartzkögler. Otto Muhl y Arnulf Rainer, poseídos por un crudo misticismo a veces incomprensible, pero único en su género.” (Viaje del Angel, pág.) “Al observar las imágenes eclécticas de mi CALENDARIO 1974, Luciano me impulsó a realizar un performance de largo aliento, ideando entonces una elaborada acción de gestualidad y movimiento, titulada EL MIMO Y LA BANDERA, basada en la memoria de los acontecimientos históricos ocurridos en Chile el 11 de septiembre. La fotógrafa Giovanna Dal Magro se encargó de registrar las principales secuencias rítmicas, actitudes y gestos precisos de mi "danza frenada", alrededor del símbolo de la bandera chilena. Una sucesión de sentimientos y reflexiones sobre una condición humana desesperada, mezclando recitación, danza y pantomima. Cobrando estas imágenes de la terrible epopeya de un pueblo, vida propia, produciendo en corto tiempo todo tipo de reacciones, fantasías y desacatos.” (Fotografía de Performance, pág. 82) “La mirada inteligente de Giovanna Dal Magro, registró cientos de fotogramas de EL MIMO Y LA BANDERA; la carga heroica de esta trágica pantomima en torno al símbolo de la bandera chilena, inspiró a la fotógrafa. Invocar o representar este drama, al límite; extremo de la resistencia corporal, significaba abrir un diálogo más amplio, una catarsis en el fuego patrio, inmolado en los altares de vanguardias fugaces. Un gesto de valor, que me llenó de miedo, en mi eterno deambular de hoteles/transitorio como búsqueda de la mejor opción, ajeno a la realidad de Milán, no afirmándome jamás en lo definitivo. Miedo de morir en las garras de los verdugos de un autoritario dictador, quedar mal herido a causa de la explosión de una bomba de tiempo, puesta bajo el palco por un "enviado especial". Comencé a sentir una creciente preocupación por la suerte de mi madre, viviendo en el Hotel Crillón. Finalmente, para acallar mis temores exagerados por el inminente lanzamiento en los medios de mi performance El Mimo y la Bandera, le sugiero viajar a Europa y reunirnos en Milán, desencadenando mi llamado ‘una tragedia familiar’.” (Fotografía de Performance, pág. 84) “Volvía a Nueva York cargando maletas repletas de disfraces. En la patria de mis padres di rienda suelta a mis inquietudes performísticas dándome a conocer con el drama “El Mimo y la Bandera”. Mis primeros performances fueron sin duda alguna, los mejores. Los más sentidos y desesperados aún tratando de vencer mis resistencias de aceptar mi rol, mi destino y mi parte en la historia del arte. Temo las represalias del dictador. Había hecho venir a mi madre de tan lejos para tenerla a los pocos meses expirando entre mis brazos. Mi vida marcada por la tragedia del símbolo patrio. Al desnudo, ensangrentado, entre cadenas, en festivales, en tantos teatros, había sido por tres años, la Estrella de Chile.” (Viaje del Angel, pág.)
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Francisco Copello 2009 © Todos los derechos reservados |